El aullido de Nyalor. Sesión 2.

En mitad del trayecto los personajes se tropiezan con la sierpe del lago. Su embestida a punto está de mandar a pique el bote. Lucio repara provisionalmente los daños y continúan con el trayecto con la esperanza de que el bote resista.

A última hora del día alcanzan los riscos del extremo norte de Niia, la más occidental de las Lágrimas de Liva. Comienza a llover. Los personajes deciden esperar a la mañana y buscar un lugar adecuado para fondear.

Con la luz del día desembarcan en una pequeña cala de la cara occidental de la isla. Oranta descubre a un grupo de orcos merodeando por la zona, miembros de la banda de Barrbán, procedentes de Carnothia. Los personajes planean una emboscada pero la cosa se tuerce. Oranta cae en manos de los orcos y los gritos alertan a Marius y Lucio que comprenden que algo no ha ido como debería.

Se alcanza un punto máximo de tensión cuando los personajes y los orcos se enfrentan en los bosques de Niia. La pelea es despiadada y aunque Oranta resulta malherida y Marius se resiente de un golpe en el abdomen han sobrevivido para saciar la sed de venganza de Nyalor.