2024: No, esto no es una historia cyberpunk


2024, ¡Quién me lo iba a decir! Me cuesta poner en orden mis pensamientos e impresiones, me siento como si hubiese montado en una montaña rusa y una vez en tierra me hubiese dado un ataque de risa floja ¡Menudo imbécil!

Tengo clara una cosa, he jugado, he disfrutado muchísimo de esto de una manera inesperada y pienso seguir explorando estos caminos con curiosidad.

Y al mismo tiempo me he sentido quemado y agotado. Quizás los problemas del día a día filtrándose en lo que consideraba un espacio seguro, quizás mi nivel de autoexigencia jugándome una mala pasada, quizás ambas, ¡Quien sabe! Resumiendo, he aprendido de nuevo a sentarme a la mesa sin expectativas y me ha hecho ver esto con otros ojos. 


Este año he publicado bastante en el blog. Fue hace un par de años cuando me preguntaba si sería capaz de escribir una publicación mínimamente aceptable y desde entonces ya llevo unas cuantas. Creo que desde entonces he cogido rodaje, es un buen ejercicio para aprender a juntar palabras. También he puesto bastante de mi mismo en el proceso y me ha sorprendido no sentirme demasiado incómodo.

Me gusta escribir en el blog cuando tengo algo que decir y también me gustan sus silencios cuando no hay nada nuevo que contar. He aprendido que es más fácil comunicar algo desde el amor. Lo dejo por aquí anotado por si se me olvida.

Esta no va a ser una lista exhaustiva de las partidas que he jugado. Es una lista de experiencias significativas, de hitos que pretenden ilustrar de algún modo mi evolución a lo largo de este año.

Le he dado mucha importancia a la química en la mesa. Esa magia que se produce cuando varias personas juegan juntas. Cuando os senteis a jugar gastad pm. Merece la pena 

Me cuesta recordar lo que he jugado este año. Menos mal que Zabusamu lleva un registro de lo que jugamos en nuestra mesa.

A principio de año le dimos a Far West. Srespantallo adaptó para la ocasión el cómic de Blueberry La mina del alemán perdido. Ahora visto en perspectiva me estoy dando cuenta que mi manera de jugar ya había cambiado por entonces. Me olvido del sistema y me sumerjo en el escenario experimentando el lejano oeste desde la piel de mi personaje.

Me encanta el western, no soy un friki del género pero de vez en cuando me gozo alguna peli reciente del género y es una delicia.

La partida funcionó pese al baile de sillas inevitable de una mesa de padres jugando en horario nocturno. 


En las Runas.net me senté a jugar Zazpi Egundokoak una partida de Aquelarre con Tanys a la batuta. Para mi este fue un punto de inflexión y no sabría muy bien decir por qué. Aquelarre es uno de esos juegos mágicos al que nunca le presté demasiada atención pero que cada vez que juego me vuela la cabeza. Tuve la oportunidad de volver a sentarme meses más tarde con con Skogarmadr y Tanys en otra de Aquelarre y volvió a pasar. La cosa es que a partir de ahí fue como si abandonase finalmente mi cuerpo físico y me lanzase al vacío a experimentar el rol como siempre me había imaginado y nunca me hubiese atrevido.

Al día siguiente dirigí Aniak, una partida de Runequest: Aventuras en Glorantha en las Runas.net y el objetivo ya era estar allí. Y se siente uno muy bien cuando pisa con sus propios pies un lugar en el que has deseado estar. Recuerdo cuando terminé de leer El Señor de los Anillos y deseé con todas mis fuerzas estar allí. Los juegos de rol a mí me aportan eso. 

La siguiente partida reseñable que recuerdo es Una difícil decisión de Pendragon en Trol nos Castros, las jornadas de rol que organizamos en A Coruña. Dirigía José Manuel Carro. Pendragon era una de mis asignaturas pendientes y fue como, oye a mí esto me ha gustado toda la vida ¿Cómo es que descubro este juego a mis 43 añitos? Una de las pelis preferidas de mi infancia es la de Merlín el Encantador. Recuerdo también que en el suplemento dominical del Faro de Vigo publicaban unas hojas del cómic del Príncipe Valiente que devoraba en cuanto caían en mis manos. No tomen esto en sentido literal.

Así que no es raro que el resto del año haya estado profundamente marcado por la Materia de Bretaña. Al poco tiempo me hice con una copia de la sexta edición de Pendragon y cuando 77mundos lanzó su campaña de mecenazgo para financiar Britania Mítica me lancé de cabeza.

En las jornadas D4+4 dirigí Ágora con una adaptación de BRP para la ocasión montada con la ayuda de Basic Roleplaying: Universal game engine. En esta aventura trato de plantear una experiencia diferente. Lo importante no es el objetivo que plantea la aventura sino todo lo demás, el escenario, las interacciones y el desarrollo de cada personaje. Requiere de la complicidad del resto de la mesa. 

En el Catro además fue la primera vez que dirigí a dos jugadoras. Fue muy intenso y llegué a emocionarme. Aunque nunca sabes muy bien cómo perciben estas cosas el resto de participantes creo que se llevaron un buen recuerdo.

Es curioso como he ido asimilando a la hora de dirigir varios consejos sacados de Star Wars: El juego de rol y The Lazy DM. Conozco el punto de partida y abrazo la incertidumbre, me dejo llevar por la mesa y el resultado es una experiencia mucho más orgánica e imprevisible.


A la vuelta del verano tuve la oportunidad de unirme al Clan de la Sangre Ígnea para jugar a Runequest: Aventuras en Glorantha en la mesa de Germán. Glorantha es mágica. Pero no de esa magia que os estáis imaginando, hay otra magia, la de los vínculos que se establecen en partida entre los personajes y como va permeando poco a poco a los participantes de la mesa. Pasa con todos los juegos de rol, pero en Runequest por la razón que sea pasa más intensamente.

Jugué también O sorriso de Glasgow de Hardboiled. Dirigía Jes en el servidor de Galicia rolera. Llevé un personaje execrable. Fue una experiencia muy extraña. Creo que la partida duró dos sesiones si no recuerdo mal. Agradecí librarme de ese pobre miserable. Un tipo realmente oscuro que te hacía sentir un poco sucio.

La oralidad es una parte fundamental de la experiencia de los juegos de rol. Y a mi personalmente me gusta cuidar y promover el uso del galego cuando tengo ocasión porque aunque no soy galegofalante hay un trozo muy grande de mí vinculado a esta lengua. Me gusta participar en el servidor de Discord Irmandades do dado, tartamudear, trabarme la lengua y soltarme cada día un poquito más. 

Durante el otoño retomamos la campaña de D&D con la que volvimos a las mesas durante la pandemia. Las increíbles aventuras de Don Renan Monteluna y amigos. Algo se ha roto en mi relación con este juego. Es el momento de devolverlo a la estantería durante algún tiempo.

De todos modos jugamos una última sesión increíble en la que los personajes a lomos de unas golondrinas demoníacas recorrieron el abismo tratando de encontrar una manera de regresar a su hogar. La cosa se complicó y se produjo una desastrosa escaramuza aérea en la que un terrorífico leviatán abisal puso a los personajes en serios aprietos. ¡Menuda noche!

Por último Miguel Porto nos dirigió La sombra sobre los sauces con Fate of Cthulhu mezclando los Mitos con El Viento en los Sauces. Yo necesito que el sistema de juego permanezca ausente el 90% del tiempo y fate es todo lo contrario. Me ha costado llevarlo. Pero la experiencia ha molado un puñado, los personajes, el increscendo de desquicie generalizado. Ha sido un gran broche para este año.


Y nada, esto es todo amigos. Podría hablar de muchas más partidas memorables (¡Joder, he cargado a lomos de un bisonte o he visitado Fornost!) pero no lo voy a hacer, están en mi memoria, son como pequeños tesoros, preciosos momentos compartidos con decenas de soñadores como yo. 2025 se presenta como un gran libro en blanco que pienso rellenar con el relato de grandes aventuras. ¡Feliz año!


Comentarios

  1. Estar en esa lista de partidas y con unas sensaciones tan especiales no puede llenarme más que de un innegable orgullo. Ha sido un placer compartir mesa contigo, espero repetir pronto y muchas veces.

    Pendragon, y más con José Manuel, siempre es bien 🥰

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  2. Me alegra un montón que hayas disfrutado de ese ratito de pendragoneo compartido, compañeiro.
    Para mí significó mucho porque era la primera vez en décadas que dirigía en jornadas y la mesa que se montó fue maravillosa. Ojalá pronto tengamos ocasión de compartir mesa de nuevo ☺️

    Y te diré que no me sorprende en absoluto que las partidas de Aquelarre te hayan marcado. Sumergirse en ese juego de mano de Tanys como DJ es una delicia. He tenido la inmensa suerte de disfrutar Dracs dirigida por él y ha sido una experiencia que me ha marcado profundamente y de la que he aprendido mucho.

    ¡Brindo por que tengas un 2025 lleno de experiencias roleras maravillosas!

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    1. Me fascina ese algo especial que aún a día de hoy tienen ambos juegos. Posiblemente sea vuestra pasión por ellos los que los dotan de vida. Una lección que he aprendido este año. Graciñas a ambolosdous!

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  3. Carai cuántos juegos y cuántas partidas, qué envidia sana das. :-)
    Pero ¿qué te ha pasado exactamente con D&D?

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    1. La verdad, tenía la sensación de haber jugado poco. Puede ser que haya echado en falta quizás la regularidad y el desarrollo más profundo asociado a una buena campaña.
      Lo de D&D es complicado de explicar. Tengo que recargar mis pilas de amor y dentro de un tiempo volver a probar, con la gente adecuada (y la edición adecuada)

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