El aullido de Nyalor. Sesión 6
Los personajes contemplan a los ahorcados. Hay señales de pelea en el claro y huellas de caballos. En estos tiempos difíciles la gente se ha visto obligada a echarse a los caminos, personas que se han quedado sin nada y soldados desertores. Parece que se trata de una batida para limpiar el camino viejo de Carnothia.
Lucio se da cuenta de que un hombre los observa escondido entre la maleza. Se hace llamar el Gran Forjator, un extranjero de los páramos helados de Fïllde que por azares del destino se encontraba junto a esta pobre gente en el momento del ataque.
En algún punto del bosque se escucha una llamada, un grito agudo y escalofriante que recibe respuesta desde otro punto distante. Los gules prosperan en estos tiempos aciagos y atraídos por la sangre se han ido acercando hasta el claro.
Los personajes se ven envueltos en una lucha desesperada por sus vidas cuando estas criaturas se abalanzan sobre el grupo.
Tras salir del aprieto queman los cuerpos de los gules y dan sepultura a los ahorcados. Los personajes tratan de entrar en calor junto al fuego y contemplan sus llamas tratando de buscar algún sentido a toda esta situación.
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