Sé un director de juego excepcional: Saca el máximo partido a tus limitaciones
¡Chsst! ¡Eh tú! ¡Acércate un momento!¡Quiero contarte algo!
No tengo ni idea de lo que estoy haciendo.
Me he dado cuenta de que al escribir sobre juegos de rol algunas personas pueden llegar a pensar que soy la monda lironda jugando. No lo soy. Y tampoco importa. No quiero formar parte de esa maquinaria que alimenta expectativas desproporcionadas y puede llegar a desmotivar a algunas personas que deberían disfrutar de esta afición sin más.
En este blog comparto mis reflexiones sobre los juegos de rol. Me interesa mucho el diseño de aventuras y la dirección de juego, cómo jugamos, cómo nos relacionamos alrededor de la mesa de juego. No quiero llegar a ninguna parte, es sencillamente mi camino y mi proceso de aprendizaje.
Ahora que estamos en la misma página podemos empezar a a hablar entre iguales de dirección de juego.
¿Hay algún requisito a la hora de dirigir un juego de rol?
No. Lo único que importa es que te apetezca hacerlo. Dirigir un juego de rol es relativamente sencillo. Lo puede hacer cualquiera. En esencia la cosa va de poner en marcha una conversación. Permitir que todo fluya. Joder, me empiezo a repetir https://rolterrae.blogspot.com/2022/11/go-with-flow-una-serie-de-consejos-para.html
En este artículo trato de condensar lo que en aquel momento me parecieron buenos consejos para animarse a dirigir un juego de rol. Esto que trataré de contaros a continuación sería en cambio esas pequeñas cosas que aunque pasan inadvertidas en el fondo marcan la diferencia.
Me explico. Comencé a dirigir al poco tiempo de empezar a jugar. Era un niño, tenía catorce años. Es un juego. A nadie le ponen obstáculos para jugar al Monopoly ¿Verdad? Cómo quería jugar decidí tomar la iniciativa, descolgar el teléfono y llamar a unos cuantos amigos, reunirnos en la cocina y darle. Si alguien no lo hace lo tienes que hacer tú. Reunir gente es una de las cosas que creo que se me da bien.
Dirigir un juego de rol es un poco como una pequeña producción en miniatura: Reunir gente, coordinar horarios, preparar una aventura, hacer de anfitrión, dirigir la sesión de juego...
Hay un párrafo en la segunda edición de la Guía del Dungeon Master que me llegó en su momento a la patata:
Tómate el tiempo y el esfuerzo necesarios para convertirte no sólo en un buen DM, sino en uno brillante.
¿Y es necesario?
Por supuesto que no. En mi caso hago esto por mi propia autosatisfacción. Pero detengámonos un momento con esto:
¿Qué es para mí ser un director de juego brillante?
Si me paro a pensar un poco creo que diría:
- Ponerle mucho amor y mucho cariño, porque eso se contagia.
- Saber escuchar a los demás.
- Atrapar la atención de la mesa. No es necesario ser un narrador formidable, eso es maravilloso pero con expresarte con claridad e ir al grano ya es suficiente.
- Dar la confianza necesaria a la mesa para que se expresen cómo deseen, que sientan que realmente es posible hacer cualquier cosa que se propongan o ir a cualquier lugar.
- Ser consciente de que la experiencia de juego es asunto de todos. No nos olvidemos nunca que el juego de rol es un juego cooperativo. La complicidad es ese ingrediente mágico que os va a llevar al siguiente nivel. Y eso querido, tú sólo es poco probable que lo logres.
- Saber leer la mesa. Cambiar las cosas cuando sea necesario para adaptarse a las necesidades del momento. Saber parar.
- Mantener las cosas en movimiento. Evitar que el progreso de los personajes llegue a un callejón sin salida.
Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia voz. Lo bonito de esto es saber apreciar eso especial que cada uno de nosotros aportamos a la hora de dirigir un juego de rol.
No trates de forzar lo que está más allá de tus posibilidades actuales. No lo necesitas. Se consciente de tus propias limitaciones. Sí, el título de este artículo no es más que un cochino clickbait para capturar tu atención. Cualquier aspecto de la dirección de juego se puede mejorar, pero eso va a ser el camino de toda una vida.
El genio, el aura de artista, es una falacia. Son personas que para demostrar que son mejor que los demás tratan de darse aires de grandeza. Es ridículo. Esto es un juego de rol, esto es una actividad cooperativa. Por ese camino te vas a quedar sólo. No te comportes como un gilipollas.
Una cosa que ha resultado ser de gran utilidad ha sido sentarme a una mesa a jugar. Es la mejor manera de detectar que es lo que te gusta ver en un buen director de juego. Ponerse en el lugar del otro.
Y en el fondo todo se resume a lo siguiente. A que cuando juguemos juntos podamos hacerlo con comodidad y en total confianza.
Así que repítete a ti mismo:
Soy un director de juego brillante porque disfruto mucho haciéndolo.
Eso es todo,
Jugad partidas preciosas.



Comentarios
Publicar un comentario